Publicaba ayer diario Córdoba en su contraportada una entrevista de Rafael Cremades a Finito de Córdoba, acompañada de unas líneas en las que el propio Cremades elogia al maestro y no duda en manifestarse abiertamente respecto a su futuro califato.
Mañana (por hoy) se cumplen veinte años de la primera novillada con picadores de Juan Serrano, ´Finito de Córdoba´ en su tierra. El martes y el viernes volverá al coso de Los Califas, plaza cuyo nombre vive en sus sueños y donde le he visto tardes de gloria. Pero también en el campo dando cien muletazos cosidos con el hilo dorado del arte a una vaquilla eterna, a un novillo idílico, y flotar en esa sonrisa que le aparece cuando disfruta --él y nosotros-- mientras saca del tentadero al animal con su chaquetilla. Fino es diferente porque lleva a la yema de sus dedos todo el poder de la belleza frente a la muerte. Perdonen que me manifieste, pero para mí el Califato taurino es ya también "Cali-fino de Córdoba".
Pueden ver también la entrevista completa pulsando AQUÍ.
De la misma contraportada, pero en este caso en la edición de hoy, extraigo estas líneas de Tico Medina, en su columna dominical denominada "El Perol":
...Por eso lo pasé tan bien ayer sábado en el homenaje a mi compadre Curro Romero , que iba con la Doña, guapísima. Había mucha cabeza blanca del toreo, de todos los oficios, antes de las cinco de la tarde. Y ahí fue donde se me acercó, no voy a decir su nombre porque no quiere que lo diga, un hombre de la fiesta de toda la vida y de Córdoba, que se le veía venir por el sombrero, cordobesísimo, y me preguntó al oído:
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De la misma contraportada, pero en este caso en la edición de hoy, extraigo estas líneas de Tico Medina, en su columna dominical denominada "El Perol":
...Por eso lo pasé tan bien ayer sábado en el homenaje a mi compadre Curro Romero , que iba con la Doña, guapísima. Había mucha cabeza blanca del toreo, de todos los oficios, antes de las cinco de la tarde. Y ahí fue donde se me acercó, no voy a decir su nombre porque no quiere que lo diga, un hombre de la fiesta de toda la vida y de Córdoba, que se le veía venir por el sombrero, cordobesísimo, y me preguntó al oído:
--¿Cree usted que Finito de Córdoba merece ser el sexto califa del toreo cordobés?
--Naturalmente que sí, ya está en su hora y en su tiempo.
Y me respondió, que estaba yo por cierto dándole un abrazo al maestro Juan Habichuela :
--Pues por favor, señor Medina, se me moja usted, y lo dice en su perol mañana mismo.
Ea. Me mojo en el perol, claro que sí...
