jueves, 4 de diciembre de 2008

NIMES, 24/02/90

Hoy volvemos a viajar hasta la temporada de 1990, concretamente a una de las primeras novilladas de ese año para Finito de Córdoba. Tras su estelar irrupción en el escalafón novilleril en la temporada anterior, ésta del 90 la afrontaba con la máxima responsabilidad y también con la máxima exigencia. No en vano, ya en esta segunda y última temporada completa como novillero pisó todo los cosos de mayor envergadura, cosechando en su mayoría éxitos rotundos.

En Nimes, con motivo de la feria de la primavera, celebrada a finales de febrero, fue anunciado dos tardes, cortando una oreja en una de ellas, lo que corresponde a las imágenes que conforman el vídeo que les presento. Sin embargo, en estas dos comparecencias dejó su impronta, su sello de torero caro, siendo tal la dimensión mostrada que acaparó el reconocimiento unánime de la afición francesa, y sólo el fallo a espadas le privó de salir a hombros en sus dos actuaciones.

Creo que es bonito recordar estos momentos, pues nos permite contemplar la calidad que por entonces ya ponía de manifiesto el maestro, tanto en el fondo como en las formas, algo que le ha permitido ser considerado por muchos, sin discusión, como el que mejor toreo ha ejecutado de toda su generación.