jueves, 21 de enero de 2010

CÓRDOBA, 10/09/88

Y aquí está. Lugar y fecha de los lances que hace unos días les proponía adivinar. Era Córdoba, efectivamente, y no un día cualquiera, sino el de la presentación como novillero sin caballos de un joven Juan Serrano en el Coso de Los Califas, al final de un verano en el que ya había despertado gran interés y esperanzas en la afición cordobesa con varias actuaciones en distintos puntos de la provincia.

Aquella tarde, ayuno aún de la técnica, los recursos y el oficio que iría adquiriendo con el tiempo, pero sobrado de clase, torería y saber estar, Finito de Córdoba cortó tres orejas y abrió por primera vez en su vida la Puerta de Los Califas. Aquella tarde el torero daba un paso importante en su todavía corta trayectoria, y la ciudad, Córdoba, también lo daba en su historia taurina, una historia que empezaba a cambiar de rumbo al compás que marcaba el toreo de este joven de El Arrecife que comenzaba a llevar por bandera su arte y su procedencia a medida que rebasaba fronteras y enamoraba aficiones.

Una historia camino de un califato, el sexto, rebosante de tardes para la gloria y el recuerdo que hoy, casi veintidos años después, todavía no ha escrito su epílogo.





P.D.: La calidad de la imagen y del sonido no son las mejores, pero creo que merecía la pena compartir este documento y disfrutarlo, por encima de su estado.