Les ofrezco hoy la segunda faena de aquella mañana histórica en la que Finito de Córdoba se presentó como novillero en la Real Maestranza. Como se podrá apreciar al final de la misma, Juan cortó una oreja tras una clamorosa petición de la segunda, dando dos vueltas al ruedo y siendo sacado a hombros al finalizar el festejo por la puerta de cuadrillas, ante la ovación y el reconocimiento de TODA la Maestranza. He aquí, por tanto, otro dato para la historia, pues probablemente han sido pocos los toreros que hayan abandonado a hombros el ruedo maestranza tras cortar tan sólo una oreja.
Les dejo también una crónica que he podido rescatar de aquella mañana. Concretamente la aparecida en la revista Aplausos.
AL MEDIODÍA MÁS ARTE QUE POR LAS TARDES
Encantó, deleitó y entusiasmó Finito de Córdoba a la afición sevillana en su triunfal debut. Toreo el suyo de aroma por lo excepcional de su prestancia. En masa vinieron sus paisanos a verlo con la confianza de que no los defraudaría. con capa y muleta todo fueron aciertos sin ningún fallo. Superior en el segundo y mejor aún en el quinto. Debut lleno de "gloria bendita" en esta mañana en la que la Giralda abrazó con júbilo a la Mezquita. Un torero de Córdoba, como cuando El Guerra, Lagartijo y Manolete, puso en tensión de entusiasmos los cimientos de la Maestranza. ¡Que bien sonaron los compases del pasodoble de Manolete mientras Finito toreaba con señorío, galanura y donaire!...
Les dejo también una crónica que he podido rescatar de aquella mañana. Concretamente la aparecida en la revista Aplausos.
AL MEDIODÍA MÁS ARTE QUE POR LAS TARDES
Encantó, deleitó y entusiasmó Finito de Córdoba a la afición sevillana en su triunfal debut. Toreo el suyo de aroma por lo excepcional de su prestancia. En masa vinieron sus paisanos a verlo con la confianza de que no los defraudaría. con capa y muleta todo fueron aciertos sin ningún fallo. Superior en el segundo y mejor aún en el quinto. Debut lleno de "gloria bendita" en esta mañana en la que la Giralda abrazó con júbilo a la Mezquita. Un torero de Córdoba, como cuando El Guerra, Lagartijo y Manolete, puso en tensión de entusiasmos los cimientos de la Maestranza. ¡Que bien sonaron los compases del pasodoble de Manolete mientras Finito toreaba con señorío, galanura y donaire!...
