Tarde de máxima expectación en Cuenca, lleno de "no hay billetes", y todas las miradas puestas en ese esperado duelo entre José Tomás y Perera, pero entre tanto, ha surgido el toreo del Fino, toreo grande ante su dos oponentes, que en esta ocasión, y ya era hora, se han prestado al lucimiento para que el maestro se pueda expresar y poner a todos de acuerdo en las condiciones que a priori menos se podrían prestar para ello.
Si en su primero ha cuajado un puñado de muletazos sensacionales, destacando una magnífica serie al natural, a su segundo lo ha cuajado de principio a fin, con capote y muleta, dejando en la retina la inigualable belleza, profundidad y hondura que la tauromaquia de Juan Serrano adquiere cuando se expresa en toda su dimensión.
Para culminar la gran obra, esta vez el acero ha funcionado, y tres han sido las orejas que han premiado la gran tarde que el maestro ha dado hoy en el coso conquense.
Seguiremos hablando más adelante sobre esta sensacional tarde, que se suma a la de ayer en Constantina, para culminar un fin de semana cumbre. Ahora toca disfrutar, paladear este gran momento y, sin duda, felicitar al maestro por depararnos estas grandes noticias y demostrar que, pese a quien pese, sigue habiendo Fino para rato.
Ole, Ole y Ole.
Si en su primero ha cuajado un puñado de muletazos sensacionales, destacando una magnífica serie al natural, a su segundo lo ha cuajado de principio a fin, con capote y muleta, dejando en la retina la inigualable belleza, profundidad y hondura que la tauromaquia de Juan Serrano adquiere cuando se expresa en toda su dimensión.
Para culminar la gran obra, esta vez el acero ha funcionado, y tres han sido las orejas que han premiado la gran tarde que el maestro ha dado hoy en el coso conquense.
Seguiremos hablando más adelante sobre esta sensacional tarde, que se suma a la de ayer en Constantina, para culminar un fin de semana cumbre. Ahora toca disfrutar, paladear este gran momento y, sin duda, felicitar al maestro por depararnos estas grandes noticias y demostrar que, pese a quien pese, sigue habiendo Fino para rato.
Ole, Ole y Ole.