lunes, 4 de enero de 2010

CÓRDOBA, 28/05/05


Y llegó el sábado de feria. Y con él la segunda actuación de Finito de Córdoba en ese abono de 2005. Los antecedentes ya se expusieron en el anterior post. Su actuación del jueves había rayado a gran altura, pero la feria se ponía cara. Cara por una doble Puerta de Los Califas de Enrique Ponce, y cara también porque otro torero de la tierra, José Luis Moreno, había toreado con gusto a un Cuvillo tres días atrás para cruzar también a hombros el umbral de la gloria en esta plaza. Pero llegó el sábado, decíamos, y empezando por el final me quedo con el título que Luis Miguel Parrado puso a su crónica publicada en 6 Toros 6, "La Goma de Borrar". Elocuente y rotundo. Tanto como el toreo que Finito de Córdoba desgranó aquella tarde sobre el albero califal, de una magnitud y un calado extraordinarios.


Parrado, tan convencido como quien suscribe de la magnitud de la faena que había presenciado, no dudaba en iniciar su crónica de esta guisa: "Hay toreros que, cuando están bien de verdad, borran con una actuación o incluso con unos cuantos muletazos todo lo que haya podido pasar en un ciclo ferial...", para posteriormente describir en unas líneas, con su habitual claridad y sapiencia, el trasteo de un Finito al que "parecía como si una motivación especial le espoleara a darlo todo...". "Lo hizo el jueves y volvió a hacerlo hoy con un toro muy enrazado, nada fácil y venido arriba pese a haber cobrado de lo lindo en varas. Tanto es así que en banderillas quiso comerse a Gimeno Mora. Pero se encontró con un cuajado “Finito” que le plantó cara desde el primer muletazo, haciéndoselo todo por muy abajo, con tanta técnica y tanto poder que el animal, torrente de bravura durante gran parte de la faena, acabó embistiendo con pastueña suavidad. Y entonces llegó esa trincherilla mágica que nadie cincela con tanta belleza como Juan, encadenada esta vez a uno de la firma tan sublime que nos dejó a todos con la boca abierta. Y encima lo mató de un estoconazo."



Básicamente, eso fue lo que pasó. Para que extendernos más, si vamos a poder verlo. Yo en la plaza me emocioné, y mucho. Después, tras haber visto varias veces las imágenes, no me canso de disfrutarlas.



Finito sacó la "Goma de Borrar" (ojo, que todavía la tiene), dejó un faenón para el recuerdo, de arte, poder y sabiduría, y de paso disipó toda duda que podía quedar. El "Manolete" fue para él, el último que ha conquistado hasta el momento. Van tres... y nadie tiene más.




Fotos: Fidel Arroyo.