Quien mejor que el maestro para explicarlo y enseñarlo. Las que siguen son sus propias palabras, las que lo definen, y tras ellas uno de los ejemplos con los que nos muestra que de lo dicho se hace el hecho. El más reciente, la tarde de ayer en Estepona.
Les puedo asegurar que ayer al abandonar la plaza, la expresión de su rostro era la viva imagen de la satisfacción por haberse podido expresar tal y como sentía. Esa misma satisfacción era la nuestra, la de todos los que pudimos paladear su manera de contar y cantar la grandeza del toreo en los minutos eternos de su faena.
“Estoy convencido de que quien dijo que torear no es dar pases conocía muy bien la verdad del toreo.”
“Sin el temple, el toreo se reduciría a una pelea de poder a poder entre toro y torero, y en esa pelea siempre llevará las de ganar el toro. Y yo entiendo el toreo de otra manera distinta”
“El valor auténtico del torero es esperar al toro con la muleta colocada, más o menos adelantada, según las condiciones del animal, y conducirle la embestida hasta el punto geométrico en el que con un leve giro, y sin quitarle la muleta de la cara, se le puede dar el siguiente pase. ¡Y ligar!, porque todo el mundo habla de lo esencial que es parar, templar y mandar, y muchas veces se olvida la importancia de ligar el número de muletazos que permita el toro en cada serie, que es cuando el público se entrega de verdad.”
“Si a todo esto le añado sentimiento y naturalidad, es cuando uno sueña el toreo y surge una felicidad difícil de explicar”
“Así es como yo entiendo el toreo. Esa es mi tauromaquia. La que siento profunda y eterna. Difícil de imponérselo a todos los toros, pero que vale la pena insistir en ella porque sólo con intentarlo se que estoy siendo fiel a mí mismo. Nunca me ha interesado ganarme la simpatía de los públicos con efectismos. Me siento feliz cuando en una tarde puedo expresar mi toreo y poner a todo el mundo de acuerdo.”
Juan Serrano "Finito de Córdoba" (Mi Tauromaquia. Publicado en su web oficial)
