Finito de Córdoba ha sorteado esta tarde un lote de nulas opciones en la localidad onubense de Santa Olalla del Cala. El maestro, ante dos animales ayunos de casta, raza y clase de Juan Albarrán, se ha mostrado dispuesto y esforzado para intentar sacar de allí de donde no había algo relativamente potable, y tan sólo a su primero, tras mucho porfiar, ha conseguido extraerle algunos muletazos estimables, de mucho mérito, tras los cuales quizá ha perdido un trofeo por el fallo a espadas.Con su segundo, peor aún que el primero, sólo ha podido volver a mostrar buena actitud y disposición. Una ovación al finalizar cada uno de sus trasteos ha sido la recompensa obtenida de parte de un público que al menos ha sabido valorar la actuación del torero en función de lo que ha tenido delante.
Foto: Ambitotoros
