lunes, 19 de mayo de 2008

"UNA GRAN FAENA DE JUAN ME LLENA DE FELICIDAD. CUANDO SALGO DE LA PLAZA EL MUNDO ME PARECE DIFERENTE" (ENTREVISTA A MICHEL CLERIVET)


Quizá ostenta el record de kilómetros recorridos en pos del arte sublime de Finito de Córdoba. No en vano, tan sólo en dos de sus viajes anuales para verlo, a Córdoba y Sevilla, ya se echa a la espalda tanta distancia como pueda recorrer cualquiera de los más fieles partidarios finitistas durante una o dos temporadas. Michel Clerivet, junto a un nutrido grupo de aficionados de la ciudad francesa de Toulouse, da vida Club Taurino de Finito de Córdoba en Francia. Hablar de toros con Michel enriquece y estimula. Su pasión por el toreo es mayúscula y su forma de transmitirlo muy autentica y cabal. Una mañana sevillana quedó prendado de un novillero cordobés que enamoraba a la Maestranza. Desde entonces, cada viaje para verlo es un sueño de toreo eterno.

Cuando comenzó a leer la historia de la tauromaquia, lo que Michel sabía de Califas era la historia del Califato político y económico de los Omeyas que habían llegado hasta Toulouse. A partir de ese estudio, comprendió que también en el toreo existía un Califato. Fue al conocer al Fino cuando pudo descubrir a un Califa.

Michel, ¿Cómo y cuándo se encuentra con Finito de Córdoba por primera vez?

La primera vez que me encuentro con Juan fue en una novillada matinal de la feria de Sevilla. Para mi y mis amigos fue un golpe muy fuerte. Nunca habíamos visto tanta verdad, tanta profundidad y tanto temple en un joven torero.

¿Qué es lo que más le impresionó de su toreo?

Su temple, su hondura, siempre con una expresión plástica y estética conmovedoras, y el sentimiento que pone en su capote y su muleta.

¿Cuándo se fundó el Club Taurino de Finito en Francia?

El Club se funda después de su alternativa, allá por el año 92.

¿Qué actividades llevan a cabo a lo largo del año? ¿Viajan a muchos lugares para verlo?

Durante el invierno hacemos cada mes una comida “aficionada”, y visionamos las faenas de Juan correspondientes a esa temporada, gracias al Club de Córdoba. También, todos los domingos a mediodía tenemos una tertulia taurina bebiendo unas copitas de fino.

Cuando Juan torea “cerca” de Touluse, en plazas de Francia, aunque son pocas veces, o Barcelona, Valencia, Zaragoza, Donostia, etc…, viajamos hasta allí para verlo. Tampoco faltamos a Córdoba, ni a la feria de Sevilla. Yo llevo yendo a la feria de Sevilla desde el año 84.

Debe de haber mucha afición para hacer tantos kilómetros al año, ¿Qué es lo que le lleva a seguir a un torero durante tanto tiempo?

Mi afición arranca en 1963, en Toulouse, y hoy sigue como el primer día. Voy a la plaza para disfrutar y conmoverme. Mi torero de juventud fue Paco Camino. Lo que me hizo subir al coche para seguir a Juan fue la emoción que me transmitía su capote y su muleta, la fidelidad a su concepto del toreo y la fusión, en sus grandes faenas, entre el animal y el hombre (Zafiro, Bondadoso…). Una gran faena de Juan me llena de felicidad. Cuando salgo de la plaza el mundo me parece diferente.

Van pasando los años y pronto Juan cumplirá 17 de alternativa, supongo que habrán sido muchas las tardes de alegría y satisfacción las que usted se ha llevado, ¿Cuales han sido para usted las mejores tardes de toreo del Fino?

En primer lugar me quedo con la primera vez que lo vi, en aquella novillada matinal de Sevilla. Después, el día que rozó la Puerta del Príncipe, el quite al toro de Curro fue para mí como un sueño. También, el día del indulto de Zafiro en Barcelona, donde la música comenzó a sonar al tercer doblón en el inicio de faena, y el día de los seis toros en Córdoba, con aquellas verónicas al primer toro y la faena a Bondadoso.

Pero es que hay muchas más… y dentro de cada actuación de Juan hay siempre algún detalle, una media verónica, un trincherazo…

Hablemos del Califato. ¿Cuáles serían las principales razones por las que ustedes creen que Finito debería ser nombrado Califa del Toreo en Córdoba?.

He oído muchas cosas en Córdoba sobre el Califato, sobre todo cuando fue nombrado Manuel Benítez. En el Califato, creo yo, entran más cosas que lo puramente taurino. Para mí, viviendo lejos de Córdoba, Juan es Califa por los números, por su arte y por su personalidad dentro y fuera de la plaza.

Por último, le pido un deseo, ¿Cual es su sueño? ¿Qué le gustaría ver hacer al Fino?.

Mi sueño es que El Fino mate seis toros de Victorino Martín en Las Ventas. (Esto es broma). Ya en serio, mi sueño sería ver como abre la Puerta del Príncipe y yo salir tras de él...

...Muchos estamos con usted en ese sueño, ojalá sea una bella realidad. Muchas gracias Michel, y nos vemos pronto.