lunes, 1 de septiembre de 2008

MÉRIDA: UN DÍA PARA EL RECUERDO


El día de ayer quedará grabado para el recuerdo en la persona del maestro Juan Serrano. En primer lugar de manera personal, por el nacimiento de su segundo hijo, Juan Rodrigo, que a buen seguro habrá colmado de felicidad tanto a él como a su esposa, Arancha del Sol. Vayan desde aquí nuestras más enérgicas y cariñosas felicitaciones a ambos.

Y en la parte artística, una fecha también para recordar, por la gran faena con la que El Fino deleitó ayer al público asistente al coso emeritense. Enfundado en el terno rosa palo y azabache, con el que ya pisó ese ruedo el pasado año para dejar otra tarde para el recuerdo, el maestro cuajó al cuarto toro de una buena corrida de Juan Pedro, con una de esas faenas que dejan huella y calan hondo. El triunfo pudo ser aún mayor de no marrar con el acero en su primero. Ahí queda, como decíamos ayer el remate a un mes de agosto que ha terminado al máximo nivel y que ha traído como regalo y bendición para el maestro el nacimiento del pequeño Juan Rodrigo.

Enhorabuena de todo corazón y a disfrutarlo mucho.

CRÓNICA

Diecinueve años después de escribir en su época de novillero una de la más hermosas faenas construidas en la plaza emeritense, Finito de Córdoba volvió a escribir un segundo capítulo de aquella historia en faena sin mácula. En su primero no se empleó como el toro merecía y simplemente dejó apuntes pero al cuarto, de nombre 'Lindito', lo recibió con unos excelentes lances a la verónica ganando terreno. Desmontó el toro al piquero. Con la muleta Finito comenzó por alto para ponerse enseguida sobre la zurda en naturales de excelente composición, encajado el torero y mando en la muleta de largos viajes, sin obligarlo al principio para irle consintiendo y sometiendo en series de un inmenso dominio y ligazón. Repetía el toro sin desmayo y el cordobés fue bajando la mano mientras el toro le seguía la muleta sin una sola protesta y colaborando al excelente trato que le daba el toreo. Le daba tiempo y distancia el torero y el toro se lo agradecía buscando al muleta sin cansancio. Disfrutaban los dos, los músicos interpretaban dos majestuososo solos de trompeta, enloquecía el público con las palmas y Finito citaba al natural de frente, a pies juntos para cerrar una faena esplendorosa. De lo mejor visto en Mérida en muchos años, y los que que te contaré morena. Esperemos no tardar otros diecinueve años. Buena estocada y dos orejas y rabo muy merecidas. (Juan Angel, Hoy.es)

Foto: Mundotoro.com