lunes, 16 de marzo de 2009

LA TORERÍA DEL FINO... EN LAS LETRAS DE PARRADO

Una perla más del exquisito toreo que el maestro desgranó ayer en el coso de Santa Margarita. La pone Luis Miguel Parrado con una sensacional crónica en su blog, Los Caminos del Toro.

"Silencio... Torea El Fino", es el título, y eso mismo hago yo, callarme, leer y disfrutar, saboreando aún las mieles que el arte con mayúsculas dejaron en mi memoria...

Ayer, en Linares, me pasó algo que me sucede muy pocas veces a lo largo de una temporada. Pegué botes viendo torear. Algo que hasta ahora sólo me ha ocurrido, aparte de con Finito en bastantes ocasiones, con José Tomás, José María Manzanares (padre e hijo), Morante de la Puebla, Miguel Ángel Perera y Marco Antonio Gómez.

La culpa, de Don Juan Serrano, “Finito de Córdoba” para más señas. No sé qué le pasaría por la cabeza al Fino en su viaje de Valencia a Linares, pero lo cierto es que ayer fue el mejor Finito. Torero, encajado, todo muñecas y cintura, con un inmenso gusto y una torería majestuosa, el Fino dio ayer una lección de lo que es torear.

Y yo, que estaba en el callejón liado con las fotos, la crónica y alguna cosilla más, por poco si me olvido de todo. Porque, qué forma de torear a la verónica, qué medias, qué apertura de faena más soberbia, qué naturales, qué trincherillas, qué señorío...
Vamos, una gozada para quien lo supiera paladear.

Y aparte de eso, viéndolo andar por la plaza, con y sin toro, por fuerza te tenías que acordar de cómo han llenado escena las grandes figuras de esto.
Y es que hay algo que no dan ni el dinero ni las medallas. Es sólo una palabra, la que define perfectamente cómo estuvo El Fino ayer en Linares: Torería. Ni más...ni menos.