miércoles, 11 de marzo de 2009

ILUSIÓN

Apenas faltan tres días para que Valencia abra el telón a la temporada del maestro, tras el inicio truncado por la lluvia en Villaluenga del Rosario. No hubiese venido mal aquella corrida, sobre todo para poder calibrar lo que en estos últimos meses venimos percibiendo los que intentamos estar al día sobre la preparación del Fino, y esa percepción no es otra que la de la ilusión, disposición, ganas y optimismo con las que el maestro afronta esta temporada.

Podrá sonar a tópico, y se que es arriesgado hablar antes de tiempo, y más aún vaticinar resultados, sobre todo si las expectativas son grandes, como es en este caso. Además, en esto del toro parece siempre más fácil acertar cuando se adelantan malos resultados que buenos. Por eso sólo me ceñiré a lo que ahora mismo considero que es una realidad palpable: las sensaciones son muy buenas, buenísimas.

Hace tres semanas tuvimos la fortuna de compartir unas horas con el maestro, de verlo ante tres toros, de estar cerca de él y, sinceramente, era muy positivo todo lo que transmitía. En lo superficial se le ve sobrado, físicamente a tope, fuerte y preparado. Interiormente, aquello que no se ve pero que se puede percibir y sentir, hay también mucho y bueno. Quizá sea eso lo más difícil de explicar, pero esa torería y esa forma de estar en la cara del toro transmiten una barbaridad, y como decía, aunque sea difícil de explicar es fácil de ver, pues ciertamente El Fino siempre ha sido un torero muy transparente, para lo bueno y para lo malo.

Y en esa transparencia se advierten grandes cosas. Pero no sólo es él, sino también los que le rodean. Basta acercarse a ellos para comprobar como las pilas están a tope y el ánimo por las nubes. Todos coinciden en que este año el maestro está con unas ganas enormes, deseando de que salga el toro, deseando de que lleguen las grandes citas. En Valencia, por ejemplo, tiene puestas grandes ilusiones, y en Sevilla... un sueño siempre presente.

Me hablan de días consecutivos en el campo, mañana y tarde, con diez o doce vacas cada día, una frescura impresionante y una dimensión grandiosa. De tres festivales (Fuengirola, El Bosque y Torres de Cotillas) en los que ha habido momentos de mucho gusto y belleza, tanto con el capote como con la muleta. Me hablan de su mirada, de su cara, que dicen es el espejo del alma, y que para los que le conocen bien refleja mucho de lo bueno que está sintiendo ahora. Y una cosa más, la espada está funcionado, lo cual es también una gran noticia.

Todo listo pues, todo a punto. Ojalá y la suerte acompañe. Ojalá y este post sea el preludio de una tarde importante en Valencia, y de todas las que vengan detrás. Decía al principio que es arriesgado hablar antes de tiempo, pero no quería contener esta ilusión, quería compartirla y ponerla de manifiesto. Entre otras cosas porque esta ilusión es la que transmite a día de hoy el maestro. Su preparación y sus ganas son patentes. Por eso, sin duda alguna, merece que desde aquí le mandemos nuestros mejores deseos. Sería muy bello que esta ilusión diese pronto sus mejores frutos. ¡Vamos allá Fino!.