Me encanta la ejecución de este muletazo por parte del maestro Fino. Casi siempre al inicio de las faenas, y siempre impregnado de una naturalidad, una elegancia, una estética y un sabor especiales. Me gusta porque además, casi siempre tras ese pase de la firma, relajado y sentido, suele venir algo grande. A estas fotos y a sus fechas me remito. Seguro que de alguna se acuerdan.
