lunes, 16 de noviembre de 2009

"EL ECO DE UNA NOCHE, EL LATIR DE UNOS VERSOS, EL SENTIR DE UN SENTIMIENTO" (Texto y foto: Rafael Sánchez Pineda)


El pasado viernes, en el salón de los Califas, en el seno de la plaza de toros de Córdoba, pudimos vivir uno de los momentos álgidos del finitismo, esa forma especial de sentir el arte de torear.

De primeras, lleno en el salón. No hay billetes y todos expectantes ante la llegada del maestro. El público rompe en un fuerte aplauso ¿Quién habló de divorcio?.


Presentación de lujo de
Luis Miguel Parrado. Justo en la palabra pero con palabras como dardos. El jiennense tiene facilidad en la palabra y como los buenos toreros, conecta pronto con el público ,que deseoso, atendía las evoluciones de la velada.

La voz firme de Juan Espinosa, comienza a desgranar algo más que bonitas palabras. La llamada de Córdoba al torero, los duros inicios y el planteamiento de una faena. Recuerda los tercios. Momentos sublimes pasan por nuestras mentes. Por cada mente una faena distinta, seguro. Todo ello ricamente aderezado con imágenes de la carrera del diestro de El Arrecife, desde los primeros pases en tierras catalanas hasta la última en Montoro. ¿Quién habló de divorcio?

Y todo regado con sevillanas, fandangos, bulerías y cantes varios, preciosa y precisamente interpretados por Ana Belén Caballero junto a la guitarra de Antonio Pedrosa. Al final como no podía ser menos, salida por la Puerta de los Califas, a hombros como las tardes de gloria.

Toreo grande de la palabra por Juan Espinosa, podíamos haber titulado, pero ya da todo igual. ¿Quién habló de divorcio?.

Olor a Romero, toreo caro, un vestío, un capote y Finito. ¿Quién habló de divorcio?.

Acceso a vídeos con retazos de la velada (AQUÍ)
Un vídeo más (AQUÍ)