sábado, 2 de febrero de 2008

ESPERAR...

... a que un instante sea eterno,
a que un detalle sea inmenso.
A que se llene de aroma
cada trozo de recuerdo.
A que se alce el telón,
y se ilumine el silencio.

En unas horas, y aunque sea larga la distancia, todo puede sueceder. Hasta Mérida (Venezuela), viajan hoy mis deseos y mis sueños de toreo grande. Y desde allí, partirán hacia una nueva temporada, en la que ojalá encuentren la realidad deseada en forma de emociones y encuentros inolvidables.

Desde aquí, desde allí, desde hoy, y de todo corazón... ¡¡¡SUERTE MAESTRO!!!