El próximo miércoles se presentan los carteles del abono 2010 en la Real Maestranza de Sevilla. En las últimas semanas hemos podido seguir a través de los diferentes portales taurinos el devenir de las contrataciones y de la composición de los diferentes carteles, sustentados en la base de cuatro o cinco toreros, como viene siendo habitual en los últimos años, con la incorporación de alguna que otra novedad (la mayoría fuera de las "combinaciones fuertes"), y de otros habituales en el abono, casi en el mismo lugar que han ocupado en temporadas anteriores.
No pretendo analizar la estructura del abono en si, ni entrar en valoraciones profundas sobre presencias y ausencias. De eso ya tenemos y seguiremos teniendo una vez se hagan públicos y oficiales los carteles.
Sí entro, porque quiero y no me voy a esconder, a valorar la ya casi segura ausencia de Finito de Córdoba por primera vez en una temporada sevillana desde 1990. Justo este mes abril se cumplen 20 años de su presentación en la Maestranza una mañana lluviosa, en la que encandiló a los aficionados con un toreo reposado, profundo y sentido. Algo que posteriormente refrendaría, al año siguiente, con un triunfo rotundo, perdiendo la Puerta del Príncipe por la espada (la primera vez, de al menos tres), casi en el umbral de su alternativa cordobesa.
Ya como matador de toros, sus buenas actuaciones en Sevilla han calado y han quedado en la retina de los buenos aficionados, incluyéndose entre ellas un Domingo de Resurrección, del que resultó triunfador, y un buen puñado de faenas malogradas por la espada (las últimas en 2004, con un ejemplar de Jandilla, y 2007 ante un toro de Juan Pedro), así como otras de mejor resultado numérico, como las de los años 2000 (dos orejas a un toro, también de Juan Pedro, y pérdida de la Puerta del Príncipe en su segundo, por la espada) y 2001, ante un toro de Victoriano del Río al que cortó una de las orejas más caras concedidas en esa y en muchas ferias de abril.
Es cierto que en los dos últimos años la suerte no ha sonreído, incluso muchos cuestionan que la actuación del pasado año en su segundo toro (con la tarde cuesta abajo en lo ganadero y en el ánimo del respetable) podría haber sido mejor, como cierto es que por parte de la Unión de Abonados de Sevilla Finito de Córdoba era uno de los toreros "vetados" para el abono maestrante, y que también, como algunos dicen, "después de tantos años ya no es novedad, y apetece ver caras nuevas".
No voy a rebatir nada de lo anterior, como tampoco quise hacerlo en su momento con el comunicado de la Unión de Abonados. Simplemente, y llegados a este punto, voy a emitir mi opinión, pues tengo derecho a ello.
Si finalmente se confirman los carteles avanzados, y por tanto la ausencia del maestro, mi impresión al respecto es clara: FINITO DE CÓRDOBA TIENE SITIO EN ELLOS. Debiera tenerlo, pues a pesar de los motivos que muchos puedan esgrimir para su ausencia, hay otras muchas razones por las que sí podría tener presencia. No sé si mi opinión será demasiado impopular, o si algunos me tacharán de "fanático", pero lo que si puedo decir es que, si sólo hablara con el corazón, para mí Finito debiera tener siempre una tarde en Sevilla, pues en Sevilla dejó su impronta, su huella y su toreo muchas tardes, y eso en Sevilla siempre ha tenido "premio", pues la memoria para lo "bueno bueno" siempre ha sido patrimonio sevillano, y en el caso de Finito hay mucha bella historia para alimentar ese recuerdo.
Pero también, en este caso, hablo con la cabeza, con la lógica que me da el mirar carteles y nombres, y ahí, con el máximo respeto para todos, me ratifico en lo dicho, y es que Finito de Córdoba tiene sitio en Sevilla, aunque, si se confirma lo anunciado, desgraciadamente no lo va a tener esta temporada.
Sólo me queda un consuelo, algo de alivio. Al menos este año nos libraremos de la "paliza" de algunos, clamando al cielo porque la presencia del Fino quita sitio a otros que merecieran estar. Que miren ahora los carteles y piensen objetivamente si habría razón para opinar así, pues la "injusticias" han sido las mismas o más que en otros años, con el añadido, para mí, de no contar con uno de los diestros que mejor ha interpretado e interpreta el toreo bueno en las últimas dos décadas, algo para lo que Sevilla ha tenido, tiene (a la vista está) y tendrá siempre sitio.
No pretendo analizar la estructura del abono en si, ni entrar en valoraciones profundas sobre presencias y ausencias. De eso ya tenemos y seguiremos teniendo una vez se hagan públicos y oficiales los carteles.
Sí entro, porque quiero y no me voy a esconder, a valorar la ya casi segura ausencia de Finito de Córdoba por primera vez en una temporada sevillana desde 1990. Justo este mes abril se cumplen 20 años de su presentación en la Maestranza una mañana lluviosa, en la que encandiló a los aficionados con un toreo reposado, profundo y sentido. Algo que posteriormente refrendaría, al año siguiente, con un triunfo rotundo, perdiendo la Puerta del Príncipe por la espada (la primera vez, de al menos tres), casi en el umbral de su alternativa cordobesa.
Ya como matador de toros, sus buenas actuaciones en Sevilla han calado y han quedado en la retina de los buenos aficionados, incluyéndose entre ellas un Domingo de Resurrección, del que resultó triunfador, y un buen puñado de faenas malogradas por la espada (las últimas en 2004, con un ejemplar de Jandilla, y 2007 ante un toro de Juan Pedro), así como otras de mejor resultado numérico, como las de los años 2000 (dos orejas a un toro, también de Juan Pedro, y pérdida de la Puerta del Príncipe en su segundo, por la espada) y 2001, ante un toro de Victoriano del Río al que cortó una de las orejas más caras concedidas en esa y en muchas ferias de abril.
Es cierto que en los dos últimos años la suerte no ha sonreído, incluso muchos cuestionan que la actuación del pasado año en su segundo toro (con la tarde cuesta abajo en lo ganadero y en el ánimo del respetable) podría haber sido mejor, como cierto es que por parte de la Unión de Abonados de Sevilla Finito de Córdoba era uno de los toreros "vetados" para el abono maestrante, y que también, como algunos dicen, "después de tantos años ya no es novedad, y apetece ver caras nuevas".
No voy a rebatir nada de lo anterior, como tampoco quise hacerlo en su momento con el comunicado de la Unión de Abonados. Simplemente, y llegados a este punto, voy a emitir mi opinión, pues tengo derecho a ello.
Si finalmente se confirman los carteles avanzados, y por tanto la ausencia del maestro, mi impresión al respecto es clara: FINITO DE CÓRDOBA TIENE SITIO EN ELLOS. Debiera tenerlo, pues a pesar de los motivos que muchos puedan esgrimir para su ausencia, hay otras muchas razones por las que sí podría tener presencia. No sé si mi opinión será demasiado impopular, o si algunos me tacharán de "fanático", pero lo que si puedo decir es que, si sólo hablara con el corazón, para mí Finito debiera tener siempre una tarde en Sevilla, pues en Sevilla dejó su impronta, su huella y su toreo muchas tardes, y eso en Sevilla siempre ha tenido "premio", pues la memoria para lo "bueno bueno" siempre ha sido patrimonio sevillano, y en el caso de Finito hay mucha bella historia para alimentar ese recuerdo.
Pero también, en este caso, hablo con la cabeza, con la lógica que me da el mirar carteles y nombres, y ahí, con el máximo respeto para todos, me ratifico en lo dicho, y es que Finito de Córdoba tiene sitio en Sevilla, aunque, si se confirma lo anunciado, desgraciadamente no lo va a tener esta temporada.
Sólo me queda un consuelo, algo de alivio. Al menos este año nos libraremos de la "paliza" de algunos, clamando al cielo porque la presencia del Fino quita sitio a otros que merecieran estar. Que miren ahora los carteles y piensen objetivamente si habría razón para opinar así, pues la "injusticias" han sido las mismas o más que en otros años, con el añadido, para mí, de no contar con uno de los diestros que mejor ha interpretado e interpreta el toreo bueno en las últimas dos décadas, algo para lo que Sevilla ha tenido, tiene (a la vista está) y tendrá siempre sitio.