Sirva este primer post, en primer lugar, para darles la bienvenida al nuevo año a los seguidores de este blog y a aquellos que, por casualidad o intencionadamente, se encuentren con él en estos días. Atrás quedó el primer año completo de andadura de este sitio (se inició en septiembre de 2007), un año en el que he pretendido seguir aportando mi afición en pos de la difusión de la tauromaquia, pues pienso que todos los que componemos la blogosfera taurina, sea cual sea la filosofía o la forma de entender la fiesta que tengamos, hacemos una muy importante labor para conseguir este objetivo.
Por otro lado, y ya de forma particular, espero haber cubierto mi otro gran objetivo, que no era otro que el de difundir y reconocer la tauromaquia de Finito de Córdoba, intentando recuperar momentos del pasado lejano y reciente, así como del presente, para mostrar una trayectoria jalonada de muchas y muy buenas obra de arte sobre el albero. Una trayectoria que para este que escribe deberá conducirle sin ninguna duda hasta el Califato taurómaco cordobés, sin dejar de ser consciente de que este proceso, el del Califato, es todavía un trayecto de largo recorrido, no exento de debate y análisis, pues le estaríamos restando importancia si no fuese así, y al que le quedan aún varias etapas por cubrir, muchos otros reconocimientos para el maestro que deben llegar y, por suerte, muchos momentos para el recuerdo que a buen seguro nos debe deparar.
Tan sólo demos tiempo al tiempo, y entretanto comencemos un nuevo año con la pilas de la afición a tope y con una ilusión renovada. Mi propósito sigue siendo el mismo, y aquí pretendo continuar apoyando y siguiendo al torero que despierta mis sentidos y me hace emocionar, compartiendo con ustedes momentos presentes y pasados, respetando (otro de mis objetivos desde el principio) a quien no comparta o disfrute con mi opinión y mi concepto taurino, y pidiendo para mí justamente lo mismo.
Es mi deseo que quien ha disfrutado con la visita a este blog durante este año pasado, y sobre todo se haya emocionado con el toreo de Juan Serrano, lo siga haciendo en este que viene ahora. Seguro que el maestro nos sigue dando motivos para ello.
Un saludo y que disfruten. Feliz año.
Por otro lado, y ya de forma particular, espero haber cubierto mi otro gran objetivo, que no era otro que el de difundir y reconocer la tauromaquia de Finito de Córdoba, intentando recuperar momentos del pasado lejano y reciente, así como del presente, para mostrar una trayectoria jalonada de muchas y muy buenas obra de arte sobre el albero. Una trayectoria que para este que escribe deberá conducirle sin ninguna duda hasta el Califato taurómaco cordobés, sin dejar de ser consciente de que este proceso, el del Califato, es todavía un trayecto de largo recorrido, no exento de debate y análisis, pues le estaríamos restando importancia si no fuese así, y al que le quedan aún varias etapas por cubrir, muchos otros reconocimientos para el maestro que deben llegar y, por suerte, muchos momentos para el recuerdo que a buen seguro nos debe deparar.
Tan sólo demos tiempo al tiempo, y entretanto comencemos un nuevo año con la pilas de la afición a tope y con una ilusión renovada. Mi propósito sigue siendo el mismo, y aquí pretendo continuar apoyando y siguiendo al torero que despierta mis sentidos y me hace emocionar, compartiendo con ustedes momentos presentes y pasados, respetando (otro de mis objetivos desde el principio) a quien no comparta o disfrute con mi opinión y mi concepto taurino, y pidiendo para mí justamente lo mismo.
Es mi deseo que quien ha disfrutado con la visita a este blog durante este año pasado, y sobre todo se haya emocionado con el toreo de Juan Serrano, lo siga haciendo en este que viene ahora. Seguro que el maestro nos sigue dando motivos para ello.
Un saludo y que disfruten. Feliz año.
