viernes, 23 de julio de 2010

MI "OCHAVADA"

Este es un blog de toros, del Fino, pero es mi blog. Y como tal hoy me permito hacer uso personal de él, aunque al fin y al cabo podrán comprobar que no terminaré alejándome mucho de la temática matriz.

Dicho esto, hoy me toca presumir. Reivindicar lo bello de algo que por sí sólo salta a la vista por eso mismo, por su gran belleza. La plaza de mi pueblo, mi plaza, mi ochavada, la de Aguilar de la Frontera.

Situada en el corazón de uno de los municipios más bellos de Córdoba, y quizá el más bonito de su campiña, la Plaza de San José es el elemento histórico más significativo de la villa, recibiendo su nombre, como dato anecdótico, no por el santo, sino por José I Bonaparte, "Pepe Botella", que reinaba en España en la época en la que fue construida la plaza.

Obra del arquitecto Juan Vicente Gutiérrez de Salamanca, se inició su construcción en 1806, finalizándose totalmente en 1813, aunque desde 1810 ya se encontraba prácticamente terminada. De estilo neoclásico, sus ocho lados son de idéntica longitud, tratándose pues de un polígono regular perfecto, lo que representa, creo yo, un caso único en este tipo de construcciones.

La Plaza de San José vista por el pintor aguilarense Marcelo Quintero

Precisamente este año 2010 el Ayuntamiento de Aguilar ha iniciado los actos conmemorativos del bicentenario de este emblemático lugar, testigo de la historia aguilarense en los últimos doscientos años, e inspirador de artistas de distinta índole, destacando sobre todos el poeta Vicente Núñez, que desde su refugio de la Taberna "El Tuta" escribió sus mejores y más reconocidos versos.


Hace un par de años, en un acto en el que coincidí con el alcalde de Aguilar, propuse al primer edil de mi pueblo la idea de poder celebrar un festejo taurino en la plaza ochavada haciéndolo coincidir con los actos del bicentenario, aprovechando también la ocasión de hacerlo a la usanza goyesca, ya que le efeméride coincide plenamente con dicha época, y sería, no me cabe la menor duda, todo un acontecimiento para el municipio, traspasando sus fronteras.

La idea no sólo se sostiene en la conmemoración del aniversario de la plaza, sino que también tiene su significado histórico en este lugar, ya que, según los datos que obran en mi poder, en 1811 se celebró un festejo taurino en esta plaza, que formó parte de los actos programados para su inauguración.


Después de aquella proposición pasó el tiempo. En alguna ocasión más le recordé al alcalde mi propuesta, pero, a decir verdad, ni la situación económica ha motivado mucho para echarse adelante, ni yo he insistido más, sobre todo porque al estar fuera se pierde un poco de constancia en este tipo de cuestiones. Pero he aquí que hace unos meses saltó la noticia de que Archidona celebraba una corrida de toros en su plaza ochavada, y a mí, sinceramente, me picó en el orgullo. Sentí envidia, por qué no decirlo (sana o insana, da igual. Es envidia de todas formas), aunque ciertamente lo de este pueblo malagueño no ha hecho más que ratificarme en mi postura, mostrarme que es posible, y en este momento tengo al menos la plena convicción de que merece la pena intentarlo, pasando de una simple proposición distendida a una solicitud formal y argumentada.

La respuesta, así como el planteamiento de la solicitud, no será rápida, pero confío y deseo en que este sueño se haga realidad algún día, y sobra decir que el sueño sería completo si el maestro Finito de Córdoba forma parte del cartel.

Ojalá algún día podamos ver anunciada esa corrida de toros en la Ochavada de Aguilar de la Frontera.